Ruta medieval
Durante la segunda mitad del siglo XII, la situación de Vilafranca como vía que enlazaba las tierras cristianas con las musulmanas fue decisiva para su desarrollo. Una época en la que la coincidencia de las celebraciones religiosas con las ferias y mercados como actividades inseparables y la concesión real de los derechos de notaría hicieron que la iglesia de Vilafranca ejerciera un notable poder económico y jurídico.
Dos de los edificios de esta época con más peso histórico son el Palacio Real, donde murió el rey Pedro III el Grande, y el Palacio Baltà, cuya tradición dice que fue el escenario en el que se firmó la Concordia de Vilafranca en 1461, uno de los desencadenantes de la guerra civil que enfrentó a la corona y la Generalitat en el siglo XV.
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