La Bisbal del Penedès
La Bisbal del Penedès es un municipio del Baix Penedès situado en un entorno que combina y ofrece a aquellos que la quieran descubrir un entorno natural y paisajístico típico del Penedès. Un patrimonio monumental que refleja los detalles de su historia y una esencia de pueblo vivo y culturalmente despierto, con unas conexiones privilegiadas.
El término de la Bisbal del Penedès ha sido poblado desde muy antiguo, como lo demuestran los hallazgos de cerámica y herramientas de sílex pertenecientes al periodo eneolítico y los vestigios de poblamientos iberorromanos, que se pueden contemplar en el Centro Municipal de Cultura. Su enclave a pie de camino real, que iba del Penedès a las tierras de Lleida, y la existencia de la riera y fuentes, ofrecían un buen lugar para asentarse.
La historia del municipio como tal, pero se remonta en el periodo de la primera expansión condal; encontrando constancia por primera vez de la existencia de la Bisbal en el cartulario de Sant Cugat, del año 1011, con el nombre de “ipso Episcopal”. De época medieval todavía podemos contemplar algunas casas fuertes y torres, así como los restos del castillo o sala noble de los Salbà.
Municipio históricamente eminentemente agrícola, todavía podemos ver reflejado este pasado en las calles del pueblo, los campos de la llanura del Penedès que lo rodean y las montañas que abrazan el término, donde siguiendo las rutas propuestas se puede contemplar un extenso patrimonio de la piedra seca, con márgenes, barracas, caminos empedrados y toda clase de construcciones hechas con este arte patrimonio cultural de la UNESCO.
Paseando por los rincones de la Bisbal también podréis descubrir lugares cargados de riqueza patrimonial, como el torrente, con sus casas, huertos, fuente y lavadero, que mantienen el mismo espíritu de pueblo desde hace siglos; así como el patrimonio monumental esparcido por el término, con el caserío del Ortigós, la fábrica, las masías y la ermita románica de Santa Cristina.
Finalmente, la Bisbal cuenta con una rica agenda cultural a lo largo del año; además de las actividades mensuales programadas por las diferentes entidades del municipio, hay que destacar acontecimientos relevantes como los Tres Tombs; la Fira, el primer domingo de octubre; o la Fiesta Mayor, el 15 de agosto, que concentra las diferentes expresiones de la cultura popular del municipio y con una de las jornadas castelleras de más solera del calendario.
Lugares de interés
El Núcleo histórico
Paseando por las calles de la Bisbal el visitante se podrá encontrar con un rico patrimonio histórico, con casas solariegas con siglos de historia y unas calles estrechas que se van expandiendo alrededor del torrente, la iglesia y el castillo. Este castillo, de origen románico, y que fue transformado en un noble casal gótico bajo los señores del municipio, los Salbà. A pesar de que el paso de los siglos lo fue desfigurando, hasta hundirse una de sus alas, todavía hoy se pueden contemplar parte de sus restos y majestuosidad, convertido ahora en Centro Municipal de Cultura. Por otro lado encontramos la iglesia de Santa Maria, presidida por un campanario de aspecto medieval, una nave con arcos de medio punto, uno de los cuales con el escudo de armas del Salbà esculpido, y un imponente órgano construido en 80 del siglo XX.
Los Lavaderos
En el torrente de la Bisbal encontraremos un lugar de gran belleza que guarda el conjunto de fuente y lavadero más antiguos de la comarca, con quinientos años de historia. Una fuente construida con amplios sillares, con apertura donde se puede contemplar todavía el depósito que almacena el agua, del cual emana el corriente natural que llena el largo abrevadero y los lavaderos. Hoy es un lugar de calma y descanso, pero antiguamente siempre había gran actividad y movimiento; mujeres que iban a lavar ropa, chiquillos que llenaban cántaros a la fuente, pasando por campesinos que en tiempos de vendimia llenaban el espacio de portadoras de madera, pastores y cualquier pasavolante que se paraban a beber y refrescarse.
Las Escuelas
Edificio majestuoso y de estilo noucentista con unas características torres circulares, coronadas con un pináculo cónico de cerámica y que originariamente estaban decorados con unos esgrafiados que embellecían su fachada. Las Escuelas, obra del arquitecto Antoni Pons, fue el edificio más importante construir en el municipio durante el primer tercio de siglo XX, inaugurándose el junio de 1923 con una fiesta donde asistió toda la población.
El Ortigós
Caserío alrededor de la torre de guardia de época medieval, conocida popularmente como Torre de los Moros y que habría tenido más de 13 metros. Forma un lugar con mucha historia y de gran belleza paisajística, rodeado de viñas; un oasis de calma y un lugar ideal para hacer un paseo desde la Bisbal, siguiendo el antiguo camino real. Del conjunto, donde también podemos encontrar masías como Mas del Sol, con sus relojes de sol esgrafiados, o las casas de la carretera; destacan los restos de la torre originaria que todavía se puede observar adosada entremedias de dos casas y el gran cortijo residencial de Can el Alegret, con portales adovelados, una torre-mirador y una gran bodega.
La ermita de Santa Cristina
Encontramos guardando el antiguo camino que conecta la llanura del Penedès con las tierras del Camp, el lugar de la ermita de Santa Cristina. Una antigua ermita de estilo románico y con un ábside circular, restos que todavía se pueden observar dentro, que con los siglos se transformó con una nueva nave, con arcadas apuntadas al estilo gótico mucho más amplia, y una vivienda para el ermitaño, adosado a la vieja ermita. Por su lugar privilegiado, así como por la tradición de los encuentros de pascua mantenidos vivos por los pueblos del alrededor, ha sufrido constantes reformas.
En su entorno también se conserva una de las edificaciones más antiguas de la Bisbal, la casa románica construida por Bernat Jofre, poblador de lugar de Santa Cristina en 1200. Un edificio robusto y cuadrado, de dimensiones reducidas y de dos plantas, que todavía hoy aguanta en pie haciendo guardia ante la ermita. Y a su lado, una pequeña cueva, que ha servido de refugio natural y cobijo a ermitaños y trotamundos, conocida como la Cova dels Nens Xics, pues los niños en la Bisbal ni los lleva una cigüeña ni vienen de París, sino que salen de esta cueva, desde la cual ven, delante en la llanura, el pueblo donde crecerán.
Las masías
Alrededor de la Bisbal, rodeadas de viñas y campos, se encuentran una gran cantidad de masías que dejan patente la tradición agraria de esta tierra. Las rutas alrededor de municipio permiten descubrir algunas de ellas, en diferente estado de conservación; mientras otras se han restaurado y reconvertido en establecimientos de restauración y del sector servicios, como Freié, el Mas de las Grallas o Mas Llagostera.
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