Castillo de Tous
Aunque fue conquistado por Wifredo el Velloso a finales del siglo IX, fue con el paso del dominio al obispado de Vic (con el Abad Oliba al frente) en el siglo XI cuando se reedificó el castillo y se repobló el lugar.
El castillo contaba con dos recintos: uno superior, con la residencia de los nobles, y otro inferior, con la iglesia de San Martín. Del edificio original, destacan la gran torre cuadrangular a la que posteriormente se anexaron otros espacios en época gótica y en épocas posteriores. De los dos recintos de murallas se conservan algunos tramos, si bien la villa los ha ido absorbiendo. El edificio de la iglesia, originariamente románico, fue notablemente modificado en época gótica y, posteriormente, en la neoclásica.
Los primeros castellanos conocidos del castillo fueron los de Mediona, a principios del siglo XI. Posteriormente se instalaron los de Tous, que consiguieron ser señores en el siglo XIV. A pesar de ello, su ruina a principios del XV hizo que el castillo fuera de mano en mano (primero a las de Perellós, después a las de Saplana), hasta que, a principios del s. XVI, pasó a ser propiedad del monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, que lo conservó hasta la desamortización en el siglo XIX. A partir de ese momento, y hasta la actualidad, ha permanecido en manos privadas.
La historia del castillo de Tous es paralela a algunos episodios históricos de gran trascendencia, ya que el auge de la familia Tous gracias a la conquista del Reino de Valencia y la posterior expansión mediterránea se refleja en sucesivas renovaciones y ampliaciones del castillo. Cabe destacar, además, la leyenda de la Señora de Tous.
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