Le encanta la luz mágica que ilumina los viñedos cada atardecer

Vicente ya sabe lo precioso que es Penedès porque los que vivimos aquí miramos el paisaje con orgullo; orgullo que nace gracias a nuestra tierra, a la luz mágica que ilumina los viñedos cada tarde.

Desde el Miravinya, observan el Penedès siempre que pueden

Siempre que puede, contempla el Penedès desde el mirador Miravinya La Cadira, una silla gigante, con familia y amigos que como él, se acercan por diferentes senderos, entre bosques y viñedos, dispuestos a disfrutar de la naturaleza y del aire libre.

Un entorno perfecto para adentrarse corriendo o pedaleando

Vicente y Mireia saben que sus hijos un día también vendrán con su familia y subirán a la silla gigante para contemplar, sentarse y escuchar el canto de los pájaros en medio de un paisaje privilegiado. En un entorno amable y lleno de contrastes. Vicente y Mireia saben que este pequeño rincón del Penedès, siempre será mágico para ellos.